Esp铆ritus devaluados
A Dios se le ocurri贸 venir de visita a la tierra y eligi贸 una ciudad latinoamericana. Paseando por la plaza central, de pronto se percat贸 de que una de sus sandalias se hab铆a roto. Pens贸 que ser铆a una buena oportunidad para conocer m谩s 铆ntimamente el comportamiento del ser humano, pues para 茅l una sandalia rota era un detalle sin importancia. Busc贸 un lugar para que se la repararan; entr贸 a un establecimiento en que el zapatero, un hombre de mediana edad, m谩s que darle la bienvenida le gru帽贸: —¿Qu茅 quiere? —¿Podr铆a reparar mi sandalia? —Ens茅帽emela. Si se puede lo hago y si no, t铆rela a la basura. Dios se la entreg贸 y se dedic贸 a escuchar y observar el comportamiento del zapatero, quien no ces贸 de quejarse. —Me ha ido muy mal, pocos clientes y puros trabajitos que dejan muy poco, como esta sandalia, adem谩s, la situaci贸n pol铆tica de mi pa铆s es un verdadero carnaval, nuestros funcionarios son unos payasos buenos para nada, y qu茅 decir del terror que han sembrado los narcotraficantes, a qu...